Windows 8 no está teniendo éxito en ventas como se esperaba

Microsoft está en el comienzo de una nueva etapa y por el momento no se presenta nada buena respecto a las ventas de su sistema operativo. Su total rediseño de Windows Phone 7 fue el inicio de una nueva adaptación de dicho sistema en el que también se incluía adentrarse en el mercado de los smartphones con la ayuda de Nokia, lanzar su propia tablet, o rediseñar profundamente su sistema operativo con Windows 8. Ahora que ya ha puesto toda la carne en el asador, llegan malas noticias para los de Redmond. Windows 8 no estaría siendo tan exitoso como se esperaba.

Lo confirmaba Paul Thurrot, conocido blogger y podcaster de Microsoft que cubre todas sus áreas: software, hardware, videojuegos, telefonía… Las ventas de Windows 8 están muy por debajo de las proyecciones. Asimismo, asegura que el adjetivo más utilizado a nivel interno en la empresa para referirse a estas ventas, es decepcionante. Así lo afirma en su famoso blog, Windows Super Site. También señala que la postura oficial de Microsoft al respecto está siendo la de culpar a los fabricantes de PC’s por su lentitud e incapacidad para poner a punto el nuevo sistema en sus equipos. Una triste incapacidad precisamente de Microsoft de mirarse a sí mismo, hacer autocrítica, y buscar qué ha fallado entre sus previsiones y los datos en la mano.

La teoría de este mazazo para la empresa de Steve Ballmer es que han tratado de unir buenos conceptos, pero que juntos han terminado por confundir al usuario. Lógicamente habla de la interfaz Modern, orientada a pantallas táctiles, que esconde detrás un escritorio muy parecido aunque mejorado al tradicional de Windows. Seguramente Microsoft quiso adelantarse a la carrera para hacerse con un sistema operativo perfectamente adaptado a dichas pantallas táctiles, y quizás lo hizo en exceso.

En 2012, cuando el número de usuarios con estas pantallas en sus ordenadores es tan bajo, innovar tanto tiene sus riesgos. Aunque se consiga una interfaz preciosa y capaz de aportar elementos nuevos sin calcar otros ya existentes. A Microsoft le ha costado en primera instancia una decepción, falta ver cómo responden sus usuarios dentro de un tiempo.